El gobernador que batalló contra el vicio En 1902 José Bueso Bataller quiso erradicar el juego clandestino y la prostitución A comienzos del siglo pasado calles como la de Solis y el Rincón de Espronceda sufrían el azote de la prostitución que se ejercía en las casas. A comienzos del siglo pasado, Almería era una ciudad tan ligada al puerto que toda la vida entraba y salía en barco. Como solía ocurrir en las ciudades portuarias de entonces, donde era frecuente el tráfico de marineros , la actividad del ocio generaban importantes negocios que florecían en la clandestinidad , en casas privadas donde se organizaban grandes partidas de cartas y en las conocidas casas de citas donde la prostitución se nutría directamente de esa actividad que generaba el puerto. La proliferación de este tipo de negocios turbios puso en pie de guerra a un sector de la población que se quejaba amargamente, sobre todo, del arraigo que estaba cogiendo en nuestro municipio la prostitución, present