La tubería para dar de beber agua desalada a toda Almería ve por fin la luz con 14 millones de euros DIARIO DE ALMERIA
El Gobierno andaluz ha autorizado realizar esta inversión, que la capital demandaba desde hace más de 15 años
El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha autorizado a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible a realizar una inversión de más de 14 millones de euros para la ejecución de la esperada, desde hace casi dos décadas, tubería que permitirá el aprovechamiento máximo de la planta desaladora y que el agua producida, de mejor calidad, llegue a todos los hogares de la capital, mediante su impulsión y conducción desde los depósitos de La Pipa hasta los del Cerro de San Cristóbal.
El paso dado por el Gobierno andaluz vendrá a solventar un enjambre de problemas relacionados con la construcción de la desaladora y el déficit hídrico de Almería. Aunque estaba contemplado en el proyecto inicial, la unión temporal de empresas adjudicataria de las obras de la planta desalinizadora, Pridesa-Abengoa, dejó sin hacer la conexión de los depósitos antes citados. La desaladora, situada en la desembocadura del río, sí fue conectada, mediante la red de tuberías, a los depósitos de La Pipa, permitiendo que el agua desalada llegase, en 2006, al 60% de las viviendas, mezclada, además, con la procedente de los pozos de Bernal (El Ejido). Este agua suministra a la zona de levante, entre la avenida Federico García Lorca y Cabo de Gata. Sin embargo, las ramificaciones se quedaron aquí, sin conectar La Pipa a los depósitos existentes con los de San Cristóbal.
La red de la tubería de menor diámetro que parte del depósito de San Cristóbal y de la avenida Santa Isabel distribuye agua al 40% restante de los barrios almerienses: los correspondientes a la zona centro, norte y poniente. Estos núcleos urbanos continúan consumiendo agua en su totalidad de los agotados pozos Bernal al no existir esa tubería que conecte San Cristóbal y Santa Isabel con La Pipa y, así, con la desaladora.
Para paliar el bajo rendimiento de la planta, en la que hubo que invertir para su construcción más de 40 millones de euros, Junta y Ayuntamiento contemplaron la tubería faltante en el protocolo de colaboración y posterior convenio rubricados, en 2004 y 2006.
La capital aceptaba por este acuerdo recibir las aguas residuales del Bajo Andarax para su depuración y suministrar agua desalada a los siete municipios de esta comarca a cambio de obras en la ciudad. Una de ellas es esta tubería, que se ha hecho demorar y que posibilitará que la totalidad de la población capitalina pueda consumir agua desalada ya que, en la actualidad, sólo un tercio recibe suministro de la planta, si bien el agua desalada, más cara, es pagada por todos los hogares.
Después de muchas tensiones y conflictos entre los responsables públicos que, de una y otra administración, han asumido la responsabilidad del convenio –ha habido momentos en los que ha estado a punto de romperse–, Almería encara estas obras. El pasado mes de enero, el actual alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, y la actual consejera del ramo, Carmen Crespo, firmaban otro convenio de colaboración ante la presencia del presidente de la Junta, Juanma Moreno.
El proyecto contempla la construcción de infraestructuras en alta que permitirán el traslado del agua desalada desde el depósito de la Pipa Alta hasta el de San Cristóbal, con el fin de garantizar el suministro a la mitad occidental de Almería.
Las obras previstas incluyen también una segunda conducción destinada a transportar agua desalada desde el depósito de la Pipa Alta para abastecer a la población de la zona oriental, que actualmente recibe recursos hídricos procedentes del depósito de Santa Isabel, que dejará de funcionar una vez que entre en servicio la nueva infraestructura. Asimismo, también se prevé la construcción de otras tuberías de cierre de anillos y conexiones de red.
Las nuevas conducciones permitirán que toda la población almeriense tenga acceso al agua procedente de la desaladora de la capital, por lo que contribuirán a garantizar el abastecimiento humano y a cumplir con lo establecido en el Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas para la ciudad de Almería.
Con esta actuación, el Gobierno andaluz avanza en la implantación de una gestión más eficiente e integral de las reservas de agua en Almería, ya que la nueva conducción permitirá reducir pérdidas en la distribución de este recurso y subsanar el déficit hídrico de la ciudad, que actualmente se compensa con la incorporación de aguas subterráneas procedentes de los pozos de Bernal, una de las cuestiones que, por otro lado, mantiene paralizado el nuevo Plan General de Ordenación Urbana. El proyecto está incluido dentro del Plan Andalucía en Marcha para reactivar la economía, generar empleo y modernizar las infraestructuras y servicios en todas las provincias de la comunidad.
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