-EL GOBIERNOREVOLUCIONA EL SECTOR ENERGÉTICO- IDEAL ALMERIA
objetivo marcado por el Ejecutivo es triple: Ajustar el precio de las eléctricas, que las renovables reciban primas mucho menores, y que el país deje de ser una isla energética gracias al gas de Portugal
Desde que Mariano Rajoy tomara las riendas del Ejecutivo a finales de 2011, la cuestión energética siempre ha sido una de sus prioridades. El presidente siempre ha confiado en José Manuel Soria para este tema, un 'mundillo' complicado y en el que el Gobierno tiene que actuar siempre con pies de plomo, debido a la cantidad de intereses que hay en juego y por otro lado, la enorme necesidad de un país que es una isla energética. Recién inaugurado el Gobierno de Mariano Rajoy, se tomó la decisión de cortar la expansión de las renovables.
La razón fundamental que se dio es que las primas eran muy abultadas en comparación a la energía que se producía. En el mercado de la energía fotovoltaica empezaron a aparecer demasiadas prácticas especulativas que destrozaban un mercado limpio. Otra cuestión era la energía eólica, que con una inversión menor se ha revelado como la energía más rentable en cuanto a su producción, según los datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Después del parón a las renovables principios de 2012, ahora llega la regulación de las primas. José Manuel Soria, ministro de Industria, Comercio y Turismo, anunciaba el pasado viernes que habrá un real decreto que acabe con el sistema de subvenciones que existía hasta ahora. Con este sistema, el pago que hace el Estado a las empresas de energías limpias se sitúa en una retribución del 7,4 por ciento para las que ya están funcionando y en un 7,5 por ciento para las futuras. Una cuantía que ni de lejos se parece a lo que hace unos años percibían estas empresas por su energía.
Otro objetivo del Gobierno es intentar frenar la eterna subida de la luz. Si el ejecutivo se plantó a principios de 2014 ante una subasta abusiva, el nuevo formato del recibo de la luz promete no dar muchas alegrías a las empresas eléctricas, que tienen de plazo hasta el 1 de octubre para adaptarse a nuevos usos. Además, el Gobierno pondrá en marcha un nuevo sistema de revisión de precios eléctricos, por el que, por ejemplo, la facturación se tendrá que ajustar a unos perfiles de consumo determinados. Se prevé que los consumidores tengan más información sobre contratos alternativos, o que puedan comprar los contadores que tienen en sus casas en lugar de pagar un alquiler.
Estos cambios se producen cuando el Gobierno también está tratando que nuestro país deje de ser una isla energética. Por esta razón, España y Portugal firmaron un acuerdo hace unos días para la creación de un Mercado de Gas Ibérico con el que ser más independientes del gas que procede de Rusia. Según la declaración conjunta de España y Portugal, se pretende convertir “ a la Península Ibérica en una alternativa rentable para el abastecimiento energético a Europa. Al mismo tiempo se destaca la "excelente capacidad de producción energética renovable y la existencia de gran capacidad de recepción de gas natural licuado" de la península ibérica.
Lo que queda por ver es si la nueva política energética del Gobierno se traduce en una reducción, o por lo menos en una normalización de los precios de la electricidad, sobre todo para los consumidores con menos recursos.
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