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Andalucía no podrá contar con estaciones de servicio en las que no haya ninguna persona involucrada en el repostaje
Se han puesto de moda y tienen bastante éxito en algunas comunidades autónomas como Madrid. Se trata de gasolineras 'fantasmas', llamadas así porque no te atiende nadie. A este tipo de estaciones también se les conoce con el sobrenombre 'de bajo coste', ya que el combustible suele encontrarse de 4 a 10 céntimos más barato, al ahorrarse la estación la mano de obra de una o varias personas.
Aquí es el conductor es el que baja del coche, llena el depósito, paga con una tarjeta bancaria, y sigue su trayecto. El proceso puede ser más rápido, ya que depende solo de la astucia del cliente y del buen funcionamiento de la máquina. Pero ¿qué pasa si algo sale mal? Si la máquina no responde o 'decide' cobrar más dinero que el importe que se le ha seleccionado. No habrá ninguna persona para atendernos, por lo que las reclamaciones se tendrán que hacer por teléfono o a través de internet. Estos establecimientos tampoco tienen tienda, lavabos,o una hoja de reclamaciones a disposición del consumidor, simplemente un surtidor. Además, deja en vilo aspectos de seguridad importantes que solo dependen de uno mismo. Quien quiera puede permanecer en este tipo de instalaciones fumando, con las luces del coche encendidas o hablando por teléfono, nadie se lo puede prohibir.
La proliferación de este tipo de gasolineras en centros comerciales o polígonos industriales nace bajo el auspicio de la Ley 11/2013 de 26 de julio, de medidas de apoyo al emprendedor y de estímulo del crecimiento y de la creación de empleo. Aunque esta ley es válida en todo el territorio nacional, la Junta de Andalucía ha frenado en parte su aplicación. La administración ha sacado a relucir otra ley, está autonómica, el Decreto 537/2004 que establece las obligaciones que se han de cumplir para las instalaciones de suministro de hidrocarburos. Según la ley, en las estaciones de servicio de Andalucía "deberá haber, al menos, una persona para atender la solicitud de suministro de combustible que pudiera hacer algún cliente cuyas circunstancias personales le impidan o dificulten su realización”.
La vigencia de la legislación autonómica ha sido bien recibida por algunas instituciones como la Asociación Andaluza de Vendedores al por Menor de Carburantes y Combustibles, que veían como parte del puesto de trabajo de los empleados del sector peligraban por la irrupción de las gasolineras automáticas.
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