MALAGA HOY
Fomento propone que el Consistorio peatonalice el lateral sur y use la inversión para rebajar su factura en el suburbano
S. Sánchez málaga | Actualizado 07.05.2014 - 01:00
Nueva parada institucional para abordar las numerosas cuestiones pendientes de abordar en el presente y futuro del Metro. La Consejería de Fomento y el Ayuntamiento de Málaga volverán a sentarse a la mesa del ferrocarril el próximo 16 de mayo en un momento especialmente delicado tras conocerse la exigencia municipal de que la Administración regional aborde la peatonalización de los laterales norte y sur de la Alameda Principal antes de dar el visto bueno de adecuación urbanística al proyecto constructivo del tramo Guadalmedina-Malagueta. Documento que está pendiente de la autorización municipal desde el pasado 7 de marzo, cuando fue remitido por la Agencia Andaluza de Obra Pública.
El asunto de la Alameda será uno de los protagonistas indiscutibles del encuentro de la Comisión Técnica del Metro convocada ayer mismo por Fomento. A la espera de la cita, las posiciones de los actores públicos implicados en la operación parecen claras. De un lado, en el seno de la Casona del Parque se insiste en la necesidad de aprovechar la oportunidad "histórica" que brinda la futura entrada del Metro para acometer de manera complementaria la reurbanización del lateral norte, ya prevista por la Junta en el proyecto del suburbano, y del sur, demanda formalizada por el equipo de gobierno del PP en las últimas semanas. Todo ello, de acuerdo con los cálculos económicos puede suponer un montante próximo a los 11 millones de euros, que, de acuerdo con la versión del alcalde, Francisco de la Torre, debe asumir en su integridad el ente autonómico.
Desde Fomento, se insiste en eludir cualquier vinculación del Metro con esta obra urbana e incluso ayer, el delegado territorial en Málaga, Manuel García, puso sobre la mesa la posibilidad de que la intervención reclamada por el Consistorio sea asumida con cargo a las arcas municipales y sea incluida en el listado de obras con el que compensar la aportación del Ayuntamiento a la obra del Metro, situada de inicio en unos 32,31 millones de euros.
En la parte municipal sorprendió la posición del portavoz municipal, Mario Cortés. En el momento en que los técnicos del Consistorio trabajan en una propuesta para peatonalizar el lateral sur, dando consonancia con la previsión autonómica para el lado norte, Cortés discrepó de esta solución. De hecho, abogó por estudiar la integración de la boca de acceso a la estación Atarazanas, de tal modo que se evite cerrar al tráfico ese lado de la Alameda y, como consecuencia de ello, actuar sobre el sur.
Más allá del debate sobre la Alameda, el foco de atención se centra en buena medida en la respuesta que la Administración regional pueda dar a la propuesta del equipo de gobierno para dejar a cero la mencionada factura. La Agencia Andaluza de Obra Pública seguía hasta ayer pendiente de conocer las conclusiones de los estudios que había encargado para determinar el encaje legal de los proyectos planteados por el Ayuntamiento, caso del soterramiento del AVE a su entrada a la ciudad, valorado en 33 millones, y la primera fase del bulevar ejecutada sobre los terrenos ganados tras enterrar las vías del tren, por otros 11,9 millones.
Las principales dudas se mantienen sobre la primera de las obras. En especial por tratarse de una actuación que ya fue objeto de un convenio de colaboración entre administraciones, en ese caso de la Junta, el Ayuntamiento y el Ministerio de Fomento. Frente a esta posición, el concejal de Movilidad, Raúl López, insistió ayer en que ha de aceptarse el planteamiento municipal y señaló que en caso contrario deberá explicarse adecuadamente el motivo. "Las obras que aportamos llevan la firma del interventor y de los técnicos, que dieron fe de que se trata de obras de movilidad sostenible y que fueron financiadas por el Ayuntamiento", expuso el edil.
De otro lado, los responsables autonómicos quieren aprovechar el encuentro del 16 de mayo para avanzar el contenido del proyecto de trazado de la prolongación de la Línea 2 correspondiente al tramo Guadalmedina-Hospital Civil, que discurrirá en superficie. El objetivo es el de dar un paso hacia el siguiente trámite administrativo, que consiste en sacar a información pública y ambiental el citado proyecto para que sea objeto de análisis y aportaciones por parte de los vecinos.
El asunto de la Alameda será uno de los protagonistas indiscutibles del encuentro de la Comisión Técnica del Metro convocada ayer mismo por Fomento. A la espera de la cita, las posiciones de los actores públicos implicados en la operación parecen claras. De un lado, en el seno de la Casona del Parque se insiste en la necesidad de aprovechar la oportunidad "histórica" que brinda la futura entrada del Metro para acometer de manera complementaria la reurbanización del lateral norte, ya prevista por la Junta en el proyecto del suburbano, y del sur, demanda formalizada por el equipo de gobierno del PP en las últimas semanas. Todo ello, de acuerdo con los cálculos económicos puede suponer un montante próximo a los 11 millones de euros, que, de acuerdo con la versión del alcalde, Francisco de la Torre, debe asumir en su integridad el ente autonómico.
Desde Fomento, se insiste en eludir cualquier vinculación del Metro con esta obra urbana e incluso ayer, el delegado territorial en Málaga, Manuel García, puso sobre la mesa la posibilidad de que la intervención reclamada por el Consistorio sea asumida con cargo a las arcas municipales y sea incluida en el listado de obras con el que compensar la aportación del Ayuntamiento a la obra del Metro, situada de inicio en unos 32,31 millones de euros.
En la parte municipal sorprendió la posición del portavoz municipal, Mario Cortés. En el momento en que los técnicos del Consistorio trabajan en una propuesta para peatonalizar el lateral sur, dando consonancia con la previsión autonómica para el lado norte, Cortés discrepó de esta solución. De hecho, abogó por estudiar la integración de la boca de acceso a la estación Atarazanas, de tal modo que se evite cerrar al tráfico ese lado de la Alameda y, como consecuencia de ello, actuar sobre el sur.
Más allá del debate sobre la Alameda, el foco de atención se centra en buena medida en la respuesta que la Administración regional pueda dar a la propuesta del equipo de gobierno para dejar a cero la mencionada factura. La Agencia Andaluza de Obra Pública seguía hasta ayer pendiente de conocer las conclusiones de los estudios que había encargado para determinar el encaje legal de los proyectos planteados por el Ayuntamiento, caso del soterramiento del AVE a su entrada a la ciudad, valorado en 33 millones, y la primera fase del bulevar ejecutada sobre los terrenos ganados tras enterrar las vías del tren, por otros 11,9 millones.
Las principales dudas se mantienen sobre la primera de las obras. En especial por tratarse de una actuación que ya fue objeto de un convenio de colaboración entre administraciones, en ese caso de la Junta, el Ayuntamiento y el Ministerio de Fomento. Frente a esta posición, el concejal de Movilidad, Raúl López, insistió ayer en que ha de aceptarse el planteamiento municipal y señaló que en caso contrario deberá explicarse adecuadamente el motivo. "Las obras que aportamos llevan la firma del interventor y de los técnicos, que dieron fe de que se trata de obras de movilidad sostenible y que fueron financiadas por el Ayuntamiento", expuso el edil.
De otro lado, los responsables autonómicos quieren aprovechar el encuentro del 16 de mayo para avanzar el contenido del proyecto de trazado de la prolongación de la Línea 2 correspondiente al tramo Guadalmedina-Hospital Civil, que discurrirá en superficie. El objetivo es el de dar un paso hacia el siguiente trámite administrativo, que consiste en sacar a información pública y ambiental el citado proyecto para que sea objeto de análisis y aportaciones por parte de los vecinos.
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