GRANADA HOY
Los alcaldes del PP cuyos pueblos están afectados por el paso del Metro (Granada, Armilla, Albolote y Maracena) se juntaron ayer en el Zaidín para hacer memoria. Desempolvaron los archivos y sacaron a flote la indignación que han acumulado en los últimos siete años. Siete años durante los cuales la ciudad ha estado abierta en canal para que Granada pudiera estrenar Metro en el año 2009. No ha sido posible.
Ayer se fueron al Zaidín a exponer la cronología del relato. Comenzó el secretario general del PP y subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, quien recordó aquel primer folleto del año 2004 en el que el Metro prometía el fin de los problemas de movilidad del Área Metropolitana, el transporte de más de 54.000 personas al día y la ansiada conexión entre la zona Norte y Sur del Cinturón. Promesas que, de momento, se han quedado en quimera. Una ilusión
La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los alcaldes fue la advertencia del delegado de Fomento en Granada, Manuel Morales, quien anunció el pasado martes que la entrada del Metro en la capital se retrasaría hasta comienzos de 2015. La dificultad para acometer el proyecto en la zona de Renfe aplaza, como mínimo dos meses, el inicio de las obras para conectar Andaluces y el campus de Fuentenueva.
"Acusar al PP de los retrasos es una desfachatez política y una tomadura de pelo", dijo ayer el regidor, que cree que además no está garantizada totalmente la financiación del Metro con los últimos avales aprobados por la Junta para el crédito del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Las cuentas que volvió a hacer ayer el alcalde de Granada tiene en cuenta que, si la segunda parte del préstamo del BEI está tasada en 130 millones y tenemos el aval para 85 millones, siguen faltando 45 millones que todavía no están comprometidos. "Si ese dinero no viene y hay que esperarlo, las empresas encargadas de la construcción del Metro volverán a parar las obras. Me temo que a esta obra le queda todavía mucho tiempo por delante", apuntó el alcalde.
Reunidos frente al Zaidín Santiago Pérez recordó aquel junio de 2004, cuando Gaspar Zarrías y la entonces delegada de la Junta, Teresa Jiménez, advirtieron que no escatimarían esfuerzos para poner en marcha el Metro de manera inmediata. "El delegado de gobierno llegó a decir que en esa legislatura (2004-2008) podrían entrar en servicios algunos tramos del Metro", recordaba Santiago Pérez.
El actual ritmo de trabajo en las faraónicas obras dejan unas estadísticas vergonzantes para los alcaldes 'populares'. "El ritmo de las obras ha sido de 2,3 kilómetros al año para un trazado de 16 kilómetros entre Albolote y Armilla. Es para llevarlos al libro guiness de los récords si no fuera porque se ha perjudicado a muchas personas y se le ha tomado el pelo a mucha gente de buena fe que creyeron que las obras del Metro iban a servir para dinamizar Granada y su Área Metropolitana", opinó Pérez.
El escaso apoyo de la Junta en el Ayuntamiento ha sido, a juicio del alcalde de Granada uno de los principales problemas en el que se ha apoyado la obra mientras que para el subdelegado del gobierno el gran problema del Metro de Granada ha sido la financiación.
No en vano los 276 millones por los que se firmó en 2006 el presupuesto del Metro se han ido elevando hasta llegar casi a los 600 millones actuales. Por aquel entonces se estipuló que el plazo de ejecución de las obras sería de tres años, aunque ambos asuntos no se han cumplido provocando "un caos en la ciudad".
"Cuando un gobierno serio pone en marcha un proyecto tan ambicioso, lo primero que tiene que hacer es planificar bien y encargarse de tener la financiación adecuada para que vaya acorde con los plazos previstos", declaró en pleno Zaidín el subdelegado del Gobierno, quien recordó que, a día de hoy no saben cuándo se terminarán las obras, cuándo entrará el Metro en funcionamiento y si la financiación está comprometida al cien por cien.
Todos estos elementos hacen que los populares tachen la obra de "fiasco". Y eso sin que el transporte se haya puesto todavía en funcionamiento, algo que los 'populares' consideran un acontecimiento de ciencia ficción.
En su comparecencia pública en el tramo Genil-Parque Tecnológico el secretario general del PP de Granada, Santiago Pérez, el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, el regidor de Albolote, Pablo García, el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Armilla, Antonio Ayllón y el presidente local en Maracena, David Soria, dieron el pistoletazo de salida al inicio de una campaña en las redes sociales que se ha puesto en marcha con el hashtag 7 años sin Metro.
No obstante, para el alcalde de Granada el "auténtico desacierto de esta obra" es que los ayuntamientos no cuenten con un estudio de viabilidad económica de la explotación del metro, aludiendo a la posibilidad de que cuando finalice "no haya nadie que pueda" sufragarlo. "Esta obra puede ser el segundo aeropuerto de Ciudad Real", añadió.
Ayer se fueron al Zaidín a exponer la cronología del relato. Comenzó el secretario general del PP y subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, quien recordó aquel primer folleto del año 2004 en el que el Metro prometía el fin de los problemas de movilidad del Área Metropolitana, el transporte de más de 54.000 personas al día y la ansiada conexión entre la zona Norte y Sur del Cinturón. Promesas que, de momento, se han quedado en quimera. Una ilusión
La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los alcaldes fue la advertencia del delegado de Fomento en Granada, Manuel Morales, quien anunció el pasado martes que la entrada del Metro en la capital se retrasaría hasta comienzos de 2015. La dificultad para acometer el proyecto en la zona de Renfe aplaza, como mínimo dos meses, el inicio de las obras para conectar Andaluces y el campus de Fuentenueva.
"Acusar al PP de los retrasos es una desfachatez política y una tomadura de pelo", dijo ayer el regidor, que cree que además no está garantizada totalmente la financiación del Metro con los últimos avales aprobados por la Junta para el crédito del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Las cuentas que volvió a hacer ayer el alcalde de Granada tiene en cuenta que, si la segunda parte del préstamo del BEI está tasada en 130 millones y tenemos el aval para 85 millones, siguen faltando 45 millones que todavía no están comprometidos. "Si ese dinero no viene y hay que esperarlo, las empresas encargadas de la construcción del Metro volverán a parar las obras. Me temo que a esta obra le queda todavía mucho tiempo por delante", apuntó el alcalde.
Reunidos frente al Zaidín Santiago Pérez recordó aquel junio de 2004, cuando Gaspar Zarrías y la entonces delegada de la Junta, Teresa Jiménez, advirtieron que no escatimarían esfuerzos para poner en marcha el Metro de manera inmediata. "El delegado de gobierno llegó a decir que en esa legislatura (2004-2008) podrían entrar en servicios algunos tramos del Metro", recordaba Santiago Pérez.
El actual ritmo de trabajo en las faraónicas obras dejan unas estadísticas vergonzantes para los alcaldes 'populares'. "El ritmo de las obras ha sido de 2,3 kilómetros al año para un trazado de 16 kilómetros entre Albolote y Armilla. Es para llevarlos al libro guiness de los récords si no fuera porque se ha perjudicado a muchas personas y se le ha tomado el pelo a mucha gente de buena fe que creyeron que las obras del Metro iban a servir para dinamizar Granada y su Área Metropolitana", opinó Pérez.
El escaso apoyo de la Junta en el Ayuntamiento ha sido, a juicio del alcalde de Granada uno de los principales problemas en el que se ha apoyado la obra mientras que para el subdelegado del gobierno el gran problema del Metro de Granada ha sido la financiación.
No en vano los 276 millones por los que se firmó en 2006 el presupuesto del Metro se han ido elevando hasta llegar casi a los 600 millones actuales. Por aquel entonces se estipuló que el plazo de ejecución de las obras sería de tres años, aunque ambos asuntos no se han cumplido provocando "un caos en la ciudad".
"Cuando un gobierno serio pone en marcha un proyecto tan ambicioso, lo primero que tiene que hacer es planificar bien y encargarse de tener la financiación adecuada para que vaya acorde con los plazos previstos", declaró en pleno Zaidín el subdelegado del Gobierno, quien recordó que, a día de hoy no saben cuándo se terminarán las obras, cuándo entrará el Metro en funcionamiento y si la financiación está comprometida al cien por cien.
Todos estos elementos hacen que los populares tachen la obra de "fiasco". Y eso sin que el transporte se haya puesto todavía en funcionamiento, algo que los 'populares' consideran un acontecimiento de ciencia ficción.
En su comparecencia pública en el tramo Genil-Parque Tecnológico el secretario general del PP de Granada, Santiago Pérez, el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, el regidor de Albolote, Pablo García, el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Armilla, Antonio Ayllón y el presidente local en Maracena, David Soria, dieron el pistoletazo de salida al inicio de una campaña en las redes sociales que se ha puesto en marcha con el hashtag 7 años sin Metro.
No obstante, para el alcalde de Granada el "auténtico desacierto de esta obra" es que los ayuntamientos no cuenten con un estudio de viabilidad económica de la explotación del metro, aludiendo a la posibilidad de que cuando finalice "no haya nadie que pueda" sufragarlo. "Esta obra puede ser el segundo aeropuerto de Ciudad Real", añadió.
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